lunes, 14 de marzo de 2011

ALTERACIONES EN EL DESARROLLO INFANTIL Y LA ESCALADA















Se enrabieta cuando se le cortan las uñas ... Cuando se le corta el pelo ... Cuando se lava la cara ... No tolera el cepillo de dientes ... No soporta el ruido de la batidora, de la aspiradora, etc ... Anda de puntillas ... No le gusta la plastilina, la arena de la playa, la pintura de manos, etc ... No le gusta tocar el césped, menos aún descalzo ... No le gusta nada los columpios, o todo lo contrario, constantemente busca el movimiento, el salto, no para quieto ... No se relaciona con otros niños, juega sólo, no le gusta que le toquen ... Es un tocador compulsivo ... No sabe jugar, rompe y tira los juguetes ... No aprende a atarse los cordones de los zapatos ... Se tira al suelo constantemente ... Le molesta la luz del sol ... No le gusta la comida sólida ... No tiene lateralidad definida (ni zurdo ni diestro) ... No coge bien el lápiz, se sale del contorno al colorear, etc, etc, etc ...

Muchos niños que presentan una o varias de estas conductas, son niños con y sin alteraciones genéticas, neurológicas o conductuales; simplemente son niños que presentan alteraciones en el procesamiento sensorial, son niños que presentan alteraciones en el registro, en la modulación, en la interpretación y/o en la respuesta frente a un estímulo sensorial externo (gusto, olfato, vista, auditivo, táctil) o interno (propioceptivo y vestibular). Debemos trabajar con ellos para ayudar a su sistema nervioso a integrar eficazmente los estímulos, y por lo tanto, a disfrutar del movimiento, de las texturas, de las caricias, del juego ... ser felices.

Pues bien, una herramienta muy válida es la escalada, tanto en "roco" como en piedra, ya que nos proporciona los elementos necesarios para trabajar:

  • Planeación motora
  • Convergencia visual
  • Coordinación hemisférica
  • Aumento capacidad pulmonar, mayor oxigenación cerebral
  • Cocontracción
  • Reflejo de succión
  • Hipotonía muscular
  • Autoestima

En casa podemos preparar una placa de madera (1,20 x 2,00 m) con 14-16 presas de resina colocadas de forma irregular, con alguna presa motivadora (un elefante, un delfín, etc.) arriba del todo. Al inicio de la actividad se debe seguir unas pautas de estiramientos, calentamientos; ayudar al principio con apoyos en el trasero e indicaciones verbales, y poco a poco eliminar dichos apoyos para que sea sólo el niño el que vaya consiguiendo sus objetivos.

El tablero se puede comprar en cualquier carpintería, y las presas en una tienda especializada. Buen asesoramiento y precio en http://www.sherpagranada.com/

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